Vulcano

Isla de Vulcano

La isla de Vulcano es la antigua Hierà, sagrada. En la mitología griega, la isla era el hogar del dios del viento Eolo. Los romanos creían que la isla servía como forja del dios Vulcano. Desde la época de la antigua Roma, la isla ha sido una fuente de materiales de construcción: piedra y madera, la isla ha extraído azufre y alumbre. La minería de azufre fue la principal ocupación de los habitantes de la isla hasta finales del siglo XIX. Estas fueron las principales actividades de la isla hasta el siglo XIX.

Después de la unificación de Italia en 1860, el británico James Stephensen compró la parte norte de la isla y construyó una villa. Cerró el desarrollo de azufre y alumbre y plantó viñedos en los fértiles suelos volcánicos de la isla. Las uvas de la isla se utilizaron para producir vino Malvasia. Stevenson vivió en la isla hasta la erupción del 3 de agosto de 1888 (la última gran erupción hasta la fecha), que duró casi 2 años. Durante la erupción, Stevenson vendió todas sus propiedades en la isla a los lugareños y nunca regresó a la isla. Su villa se ha conservado hasta hoy. Desde entonces, el volcán ya no ha entrado en erupción.

En la zona de Porto Levante se encuentran los famosos lodos volcánicos, utilizados para el tratamiento de enfermedades reumáticas y algunas fumarolas submarinas que calientan especialmente el agua de los alrededores.

El Puerto es el centro de la isla de Vulcano. Desde allí se puede caminar hasta la península de Vulcanello y el Valle dei Mostri. La playa más famosa es la de Black Sands, que también es la única gran playa de arena de las Islas Eolias.

Para los excursionistas, el camino al Crater Fossa de la isla de Vulcano es una ruta absolutamente imperdible por su incomparable belleza. Partiendo del puerto, en unos 45 minutos se llega a la cumbre del volcán. Una vez que llegas al Gran Cratere puedes admirar el campo de fumarolas y, si puedes soportar el olor y no tienes problemas respiratorios, puedes dirigirte a uno de los pocos puntos en la superficie de la tierra donde puedes ver las gotas de azufre derretido.